Mar 12
Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones especificas. Se pueden experimentar diferentes tipos de crisis estas pueden ser del desarrollo, evolutivas o circunstanciales.
Al estar pasando por una crisis cualquiera que esta sea provoca en el organismo un estado de estrés, el cual puede causar modificaciones en la conducta, cambios de pensamientos, emociones y respuestas. Estos cambios de conducta se pueden interpretar como indicio de que las funciones biológicas están alteradas en la persona que esta sufriendo por un cambio repentino en su vida debido al efecto del desastre sobre su persona y el entorno familiar.
El concepto de resiliencia se refiere a la resistencia y a la forma de utilizar los recursos que tiene la persona y su capacidad de recuperación ante situaciones adversas. Como en todo este es un proceso que se vivirá de acuerdo a las siguientes fases.
Fases de reacción:
Fase aguda.- Respuestas emocionales manifiestas
Fase de reacción.- Sentimientos reprimidos
Fase de reparación .- Reacciones menos intensas y no tan abrumadoras
Fase de re orientación.- Se produce la readaptación a su vida cotidiana.
Para que la nueva experiencia pueda ser incorporada a la memoria es necesario captarla, entenderla e integrarla, aun que siempre se haga desde la propia subjetividad. Dado a que el proceso es de interiorización el tiempo e ideas irán de acuerdo a las propias percepciones de quien lo padece.
Si por algún motivo consideras que tus herramientas psicológicas y emocionales no son suficientes, acude con un profesional de la salud mental.
En definitiva, cada persona elige si sale de la dificultad aplastada o perfeccionada.
Elizabeth Kubler-Ross.
Mar 01
No me dejes pedir protección ante los peligros,
sino valor para afrontarlos.
No me dejes suplicar que se calme mi dolor,
sino que tenga ánimo para dominarlo.
No me dejes buscar aliados en el campo de batalla
de la vida, como no sea mi propia fuerza.
No me dejes anhelar la salvación lleno de miedo e
inquietud, sino desear la paciencia necesaria para conquistar mi libertad.
Concédeme no ser un cobarde, experimentar tu misericordia sólo en mi èxito;
pero déjame sentir que tu mano me sostiene
en mi fracaso.
Tagore.
Hablar de perdidas suele ser un tema difícil para muchas personas, aunque todos en algún momento de nuestras vidas experimentamos diferentes tipos de infortunios, ya sea material, emocional o físico. Vivir un duelo no es exclusivo a la muerte de un ser querido, sino también a las situaciones donde se experimenta algún tipo de cambio inesperado que signifique una fragmentación en la vida de la persona que lo experimenta.
Sin importar el tipo de perdida que estés atravesando las fases del duelo son las mismas y no existe un tiempo determinado para cada una de ellas, eso dependerá de la persona y su trabajo psicológico. La psiquiatra Elizabeth Kubler-Ross definió estas fases basadas en su amplia experiencia con personas moribundas y cuidados paliativos.
Fases del duelo.
Negación y aislamiento. “no, yo no, no puede ser verdad” La negación trabaja como un protector después de una noticia inesperada que poco a poco dará paso a otro mecanismo de defensa menos alterado.
Ira. De manera inevitable en algún momento no se podrá seguir negando la situación dolorosa y entonces aparecerán sentimientos de ira, rabia y resentimiento. Lo cual permitirá al individuo expresar el dolor y descontento que ante una situación aversiva es normal sentir.
Pacto. Esta fase que puede llegar a ser muy breve pero de igual manera es importante en el proceso de duelo, ya que marca un avance y un intento por aplazar los hechos. Con mayor frecuencia los pactos se hacen con Dios para obtener un beneficio o mejoría de la situación y en algunos otros casos el pacto se hace consigo mismo.
Depresión. Tras no poder seguir negando los hechos y haber pasado de la rabia al intento de hacer promesas con el fin de tener una respuesta favorable, invariablemente la persona cae en un estado depresivo que es necesario ya que en este punto se esta tocando fondo en la situación. Todo de alguna manera es mas claro y lo único que resta es aceptarlo y sobreponerse.
Aceptación. En este punto el individuo ya expreso todo lo que sentía y no quedan mas cosas que decir, esta fase puede llegar a ser completamente intima donde lo único que se obtendrá será una verdadera paz.
Reponerse de una situación que nos a dejado un vacío, no es un camino sencillo, no tiene limite de tiempo, ni es reemplazable. Para poder sobreponerse de una situación tan aversiva como lo es una perdida sea cual sea, lo mejor es vivir el proceso del duelo con cada una de sus etapas sin forzarlas y sin apresurarlas. El apoyo psicológico será siempre tu mejor aliado.