Limites que me hacen crecer.
Desde muy temprana edad vivimos rodeados de reglas y limites que empezamos a experimentar en casa; como la hora de dormir, horas de estudio, el uso de T.V. etc. La sociedad por su parte tiene un sin número de reglas implícitas, desde la manera de dirigirse a las personas, comportamiento amable, y en cualquier entorno al que vamos existen limites. Aunque los seguimos lo hacemos en automático sin tener plena conciencia de la importancia que tendrán para nuestra vida adulta.
Hablar de limites es también hablar de respeto, y en el caso de implementar limites personales es poner en practica el respeto hacia nuestra persona. Desde determinar en que punto los demás tienen permitido opinar de nuestra forma de vivir, hasta si dejamos que formen parte de ella.
Para poder entender como funcionan los limites es necesario experimentarlos personalmente; practica y determina que tanto respetas tu propios limites. Comienza con las cosas cotidianas como:
Cuanto tiempo me permito navegar en redes sociales, viendo videos de gatitos simpáticos, cuantos episodios al día de mi serie favorita o platicando de cosas triviales con un amigo. En hábitos y salud, cuantas horas necesito dormir, cuantas tortillas me permito comer al día, cuantos días por semana hare ejercicio, etc.
En la medida que respetes lo que te has propuesto será el reflejo de cómo manejaras las relaciones interpersonales y como te percibirán los demás. Esforcémonos en vivir de forma equilibrada y adecuada, de tal manera que nos permitamos crear limites sanos y no barreras.